La plaza en obras - Epilogo
Realmente no se valora una cosa hasta que se pierde. Aunque
no he tardado 15 meses como prometí en mi blog (y pese a que son varias
entradas, las hice todas en el mismo día, consciente de que hacerlas entre
publicación y publicación significaría abrazar la procrastinación como norma de
vida), sí que he tardado en madurar esta idea. ¿Por qué? Tenía pensado en si
realizarlo como Carnaval, un tema abierto para que la gente concursase y
eligiéramos el mejor planteamiento. Pero, no sé cómo, me he animado a
realizarlo.
La Plaza Mayor es el eje de nuestras procesiones. Es per se
nuestra carrera oficial, antes o después todos nos obligamos a pasar por ella.
Tal es su importancia que la única alternativa que se encuentra para “evitarla”
es el trayecto por la calle Moret, un trayecto que actualmente lo recorren solamente
las cofradías de Santo Domingo, y que sin embargo, en caso de no poder
transcurrir por la Plaza Mayor, tendría que ser un eje a tener en cuenta. La
otra alternativa que se observa es la de bajar o subir los adarves, ya sea
bajando o subiendo la cuesta de la Compañía. Aunque existe otra elección que
sería volver por la Plaza de Conde de Canilleros. Con el riesgo y estrechez del
Adarve de Obispo Álvarez, dicho sea de paso.
Pero esto también tiene una segunda lectura, y es que hay
alternativas a todo. Una Semana Santa sin Plaza Mayor es simplemente una Semana
Santa distinta, pero Semana Santa. Sin llegar a los casos extremos como el de
la Cofradía de la Sagrada Cena (al que también podría haber contado la historia
de cómo subían por el eje de la Calle Moret, aunque no sé si podrían haber
realizado el giro Moret-Pintores sin dificultad), pero tampoco a hacer el rodeo
literal. Con otra consideración, las calles más perjudicadas son Pintores y
Gran Vía, cuando ahí está calle Maestro
Sánchez Garrido, una gran desconocida, ya que hasta hace un par de años estaba
bloqueada por un kiosco.
Lo más
importante sería pedir el esfuerzo a ese hermano de carga. Estamos hablando de
una actividad que conlleva un cansancio extremo. No en vano, nos estamos
colocando debajo de un paso, junto a 25-30 personas, donde cada persona va a
soportar mínimo 30 kilos en sus hombros (o en sus costales, que ya cargamos de
las dos formas). Pero si la estamos esperando todo un año, que te metan medio kilómetro
o una subida no debería ser queja, sino mayor tiempo de (perdonadme la palabra,
ya que no lo digo en el mal sentido) lucimiento. De disfrutar de estar paseando
a tu cristo. Que ya sé que cansa, que ya sé que llegaras con negrales y con
dolores de riñones. Que yo solo tengo 23 años y los sufro cada vez que termino
con el Camino del Calvario. Que me han dolido los riñones hasta con el paso de
Jesús Condenado. Pero por mí estaría dispuesto a subir por Moret o bajar por
Manga con tal de que la imagen salga a la calle.
Y más
cuando llevamos años sufriendo lluvias y peligros de precipitaciones que
obligan a recortar procesiones. Esto debería ser lo de menos.
Y por último,
es que me gustaría reseñar ese encuentro en la Plaza de Santa María que ha
salido de mi gubia mientras escribía. El lugar no es tan grande como con la
plaza Mayor, pero está llena de magia intramuros. Al igual que valoramos tan
especialmente el recorrido del Cristo Negro por ser un recorrido que se hace
sin salir de la muralla, podemos valorar un encuentro que se haga en una plaza
medieval como es la de Santa María (y que también es intramuros). Se ha
demostrado que ambas imágenes pueden llegar por dos sitios distintos (incluso
si se atreve a bajar el paso por la Cuesta de la Compañía, en el tramo de las
escaleras), y que puede volver perfectamente por la Plaza Mayor.
Obviamente
la Plaza Mayor es importante, y no conozco cacereño residente que no la pise
todos los meses. Y esto es lo que la hace una autentica carrera oficial: Aunque
se pueda recorrer de hasta 20 formas diferentes (sí, me salen 10 ejes x 2
direcciones = 20 formas de recorrerla), una procesión siempre va a pasar por
allí. Y si no, aprended como hace la carrera oficial nuestros vecinos (y desde
donde os escribo), Badajoz.
Sí, lo habéis adivinado:
Simplemente pasan a una hora determinada. El sentido es lo de menos.
PD: Os tengo que confesar una cosa, y es que si habría sido posible pasar por la Plaza Mayor. Se me escapó un pequeño detalle y es en el aspecto de los soportales de Caja Extremadura. Allí hay un corredor que conecta Gran Vía con Pintores con la suficientemente anchura como para que pueda transcurrir una procesión, si bien no ganaría mucho una procesión porque, aparte de ser estrecho, estamos hablando de un cortejo que pasa al lado de un vallado de obras... Innecesario a mi opinión.
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Consulta el índice de la serie: Ucronías de la Semana Santa – La plaza en obras
PD: Os tengo que confesar una cosa, y es que si habría sido posible pasar por la Plaza Mayor. Se me escapó un pequeño detalle y es en el aspecto de los soportales de Caja Extremadura. Allí hay un corredor que conecta Gran Vía con Pintores con la suficientemente anchura como para que pueda transcurrir una procesión, si bien no ganaría mucho una procesión porque, aparte de ser estrecho, estamos hablando de un cortejo que pasa al lado de un vallado de obras... Innecesario a mi opinión.